La incidencia de malformaciones congénitas es relativamente común siendo la mano el sitio anatómico que se afecta con más frecuencia. En el pasado, la ingestión de ciertos medicamentos para controlar la náusea durante el embarazo se correlacionó con estos problemas; sin embargo, el que se lleve actualmente un control más estricto de todo tipo de prescripción médica ha hecho que disminuya notoriamente este tipo de patología.

Las lesiones traumáticas en el antebrazo y mano obedecen a múltiples causas y los grados de afección de tan importantes partes del cuerpo pueden llegar a ser extremas. En estos casos siempre preservar la función será la prioridad.

En este tipo de problemas el cirujano plástico tiene que recurrir frecuentemente a procedimientos reconstructivos complejos en los cuales la microcirugía amplía el panorama de opciones quirúrgicas que con ningún otro tipo de procedimiento tradicional se puede obtener.